Hoy en día, Metcal cuenta con equipos y personal cualificado para trabajar con rayos de tipo UV. Dentro del espectro electromagnético de radiación de la luz hay diferentes longitudes de onda que se utilizan en distintos
dispositivos para cumplir tareas específicas. Una de las más utilizadas en la actualidad para la fabricación de dispositivos, es la radiación de tipo UV, que se compone de tres longitudes de onda: UV-A, UV-B y UV-C. Las
dos primeras son nocivas para una gran parte de los microorganismos. Asimismo los rayos UV-C tienen una longitud de onda de luz más corta y enérgica que las demás, lo que la hace especialmente dañina
para los humanos y letal para los microorganismos. Debido a esta característica, la radiación de tipo C se posiciona como potencial herramienta para la eliminación de patógenos dañinos.
La situación de pandemia por la COVID-19 ha generado unas necesidades de desinfección de todo tipo de ambientes y materiales muy superiores a las habituales.
La radiación ultravioleta-C (UV-C) se ha utilizado con éxito durante muchos años para la desinfección del agua y se utiliza habitualmente en los sistemas de ventilación para controlar la formación de biopelículas y
desinfectar el aire. Y actualmente la utilización en superficies contaminadas biológicamente ha tomado fuerza. Hoy es un método efectivo para prevenir la propagación de COVID-19 y en países como China (Wuhan
Wuchang Hospital) ya se están usando sistemas con lámparas UV para prevenir la infección y contribuir como solución práctica en la lucha contra la propagación del virus.
Si damos un vistazo al futuro de Metcal, podríamos encontrarnos con servicios de calibración de una amplia y creciente gama de instrumentos que desinfectan conductos de ventilación, objetos, habitaciones etc..